Los orígenes de Ultra-MAR se sitúan en 2005, durante el dictado de un seminario de grado de la carrera de Historia en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. En él, Rogelio Paredes enseñaba su curso sobre expansión ultramarina y María Juliana Gandini, Malena López Palmero y Carolina Martínez eran sus alumnas. En 2007, el interés y entusiasmo comunes por los viajes y su impacto cultural en la temprana modernidad llevó a la conformación formal de un grupo de investigación, del cual resultaron tres proyectos financiados UBACyT (2008-2015), una beca grupal concedida por el Fondo Nacional de las Artes (2010-2011) y numerosos encuentros académicos compartidos. Rogelio C. Paredes fue además director de las tesis y becas de doctorado de las tres integrantes y mentor de proyectos editoriales en conjunto. 

En 2011 el equipo publica Dominio y reflexión. Viajes reales y viajes imaginarios en la Europa moderna temprana (siglos XV a XVIII). Dos años después, ponen a disposición de un público más general Fragmentos imperiales. Textos e imágenes de los imperios coloniales en América (siglos XVI-XVIII). En 2016, el equipo rinde homenaje al Profesor Paredes a través de la publicación de Prismas de la experiencia moderna: Europa, el mundo ultramarino y sus representaciones entre los siglos XVI-XVIII. Homenaje a Rogelio C. Paredes.

Desde su triste partida, en marzo de 2014, María Juliana Gandini, Malena López Palmero y Carolina Martínez han continuado trabajando juntas en investigación, enseñanza, desarrollo de encuentros académicos y difusión, dando así continuidad a las líneas de trabajo propuestas, ya hace más de veinte años, por el Profesor Paredes. Ultra-MAR constituye una instancia nueva que retoma ese trabajo conjunto y aspira a continuarlo y expandirlo.

La fórmula “Ultra-MAR” remite justamente a ese núcleo de investigación compartido: el mundo ultramarino y sus complejos vínculos con las nociones de modernidad, alteridad y representación. Así, se enlazan de forma vigorosa las experiencias que los europeos vivieron y causaron en ultramar con la génesis y el desarrollo de la modernidad temprana. En efecto, el continuo choque con distintos tipos de alteridades (culturales, sí, pero también naturales) movilizó enérgicamente los dispositivos representacionales tradicionales con los que contaban los europeos. De esta forma se configuraron nuevas formas de representar y conceptualizar a los seres humanos, el globo, la naturaleza y aún la producción de conocimiento, tributarias de ese nuevo, amplio y turbulento mundo inaugurado por los viajes a ultramar.